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THE SCIENCE MODULE OF PERCEPNET PROVIDES PAPERS ON PERCEPTION AND SENSORY SCIENCE BY RESEARCHERS WORKING ON THESE DISCIPLINES

¿Leen y comprenden los consumidores la información contenida en los productos que consumen?
[Do consumers read and understand the information contained in the products they buy?]
Luis Guerrero
IRTA – Centro de Tecnología de la Carne
Granja Camps i Armet, 17121 Monells, Girona
Centro Nacional de Microelectrónica, CSIC

La percepción de un alimento por parte del consumidor no depende únicamente de sus propiedades intrínsecas (Shepherd et al., 1991/2). Existen numerosos factores que pueden condicionar su elección y posterior consumo. Resulta evidente que el origen, marca comercial, composición nutricional y cualquier otra información que el consumidor posea o adquiera en el momento de la compra del producto podrán influir en la imagen que sobre él formará y, en consecuencia, sobre sus expectativas y grado de satisfacción.

En la figura 1 se muestra un ejemplo de cómo la marca comercial puede modificar la percepción de calidad global de un producto de forma marcada para un grupo de consumidores. Así mientras globalmente en un test ciego fueron incapaces de distinguir entre la marca del fabricante y la marca de la distribución (excepto para el vino) según sus propiedades sensoriales, cuando disponían de información (la marca comercial en este caso) prácticamente todos ellos percibieron como mejor sensorialmente (aceptabilidad más elevada) el producto con la marca del fabricante. Estos resultados muestran cómo la información es incluso capaz de modificar la percepción real del producto que experimenta el consumidor.

En otro estudio reciente (figura 2) se pudo comprobar cómo otras características, como el origen del alimento, poseían un efecto similar al de la marca comercial (Guerrero, 2001). Normalmente, todos los aspectos externos relacionados con un producto podrán alterar su imagen en la mente del consumidor. Pensemos en nosotros mismos, ¿quién se atrevería a darle a su hijo una papilla fabricada en un país en vías de desarrollo sin la garantía de una marca ampliamente conocida?

En general, la información es una poderosa herramienta que forjará una parte del universo cognitivo de los individuos, es decir sus creencias hacia un producto, acción o hecho, y afectará por tanto, de forma notable la selección y consumo de cualquier alimento. Sin embargo, para que esta información sea eficaz, es necesario que sea leída y comprendida por el usuario. En la mayoría de los estudios publicados sobre el efecto de la información en el comportamiento de los consumidores, ésta se proporciona mediante diversos sistemas en los que se asegura que llegue al individuo y que éste sea capaz de comprenderla. En tales casos deberíamos tener en cuenta que, muy probablemente, estaremos sobreestimando el efecto real de la información del producto (figura 3). Para poder estar seguros de que esto no ocurre, deberíamos tener conocimientos previos sobre el grado de lectura y de compresión de la información contenida en los alimentos que consume la población que pretendemos analizar, y éste es precisamente el objetivo principal de este trabajo.

El estudio se realizó sobre una muestra estratificada de 541 consumidores, distribuidos por toda Cataluña según edad, sexo, nivel de estudios y lugar de residencia (rural o urbana). Cada individuo respondió a un cuestionario de 25 preguntas estructuradas de la siguiente forma: 13 preguntas sobre el grado de lectura de la información contenida en las etiquetas de los productos que consume y 12 preguntas sobre el grado de comprensión de esa información.

La mayoría de los individuos encuestados aseguran leer alguna de las informaciones contenidas en los productos. Únicamente un 3,9% de ellos reconoce no leer absolutamente nada (la mayor parte de ellos, hombres mayores de 59 años y con estudios primarios), frente a un 12,2% que afirma leer toda la información disponible. El porcentaje más importante de consumidores, un 83,9%, reconocen ser bastante selectivos, leyendo únicamente aquellas partes que más les interesan. La tabla 1 resume los aspectos más y menos leídos de la información que habitualmente se encuentra en los envases y etiquetas de los distintos alimentos. La fecha de caducidad y la marca comercial son los aspectos más frecuentemente leídos, frente a la composición nutricional y el origen del producto como los que menos se leen. Resulta sorprendente el relativamente bajo porcentaje de interés por el origen del producto. Muy probablemente, este resultado podría explicarse por la generalización hecha en el cuestionario refiriéndose a cualquier alimento. Es de suponer que, si la pregunta se hubiera centrado en productos con Denominación de Origen, como una parte importante de los vinos, o con un cierto riesgo percibido por los consumidores, como la carne, el grado de lectura hubiera sido considerablemente mayor. De todas formas, hay que tener en cuenta que, en la mayoría de alimentos, la marca y la familiaridad con el producto engloban el resto de informaciones posibles o de interés para el consumidor. Como afirma Filser (1994) la marca, entre otras funciones, posee una función práctica esencial, permitiendo resumir toda la información sobre un producto, incluso las experiencias previas obtenidas con él, en un único criterio simple y rápido de evaluación por parte del consumidor. Es importante remarcar que, independientemente de que los individuos lean o no la información contenida en los alimentos que consumen, todos ellos (100%) coinciden en la necesidad de que la información se encuentre en el producto y de que sea clara y concisa.

En cuanto al grado de comprensión de la información, la tabla 2 muestra los principales resultados obtenidos. Como era de esperar, los códigos y abreviaciones son los aspectos de más difícil comprensión. Es de destacar el caso del término light, el cual, a pesar de ser un vocablo inglés, resulta de fácil comprensión para la mayoría de individuos. Muy probablemente habría que buscar la explicación a este resultado en el fuerte efecto de la publicidad y de las modas.

En general, la edad y el nivel de estudios de los individuos parecen ser los principales factores que condicionan el grado de lectura y de comprensión de la información. El análisis detallado de las encuestas demuestra que, globalmente, los consumidores creen conocer más de lo que realmente conocen sobre los alimentos que ingieren, así confunden productos como mermelada y compota, zumo y néctar, jamón cocido y magro, o consideran más importante la acidez de un aceite de oliva que su clasificación comercial como «extra virgen».

En resumen, puede afirmarse que la mayoría de los individuos consultados leen alguna información de las etiquetas de los productos que adquieren, que lo hacen de forma selectiva y que, en general, existe bastante desinformación en cuanto a las distintas clasificaciones y categorías comerciales para un mismo alimento. Además, y según los resultados obtenidos, es importante tener en cuenta que cualquier estudio realizado para estimar el efecto de la información en el consumidor debería de realizarse en condiciones normales de uso, es decir, sin incitar al individuo a asimilar la información proporcionada.

Referencias:
Filser M.: «Le comportament du consomateur», Paris, Dalloz, 1994.
Guerrero L.: «Marketing PDO (Products with Denominations of Origin) and PGI (Products with Geographical Identities)», En: Frewer L., Risvik E. and Schifferstein H. eds., Food, People and Society. A European Perspective of Consumers´ Food Choices, Springer-Verlag, Heidelberg, Germany, 2001: 281-296.
Shepherd R., Sparks P., Bellier S. and Raats M. «The effects of information on sensory ratings and preferences: the importance of attitudes», Food Quality and Preference 1991/2; 3: 147-155.

Tabla 1. Información de las etiquetas de los alimentos más y menos leída por los consumidores

Información

Porcentaje de consumidores que la leen

Más leída

 

Fecha de caducidad

93,3%

Marca comercial

75,3%

Ingredientes

57,7%


Menos leída

 

Composición nutricional

35,5%

Origen del producto

37,5%

Peso / volumen

38,8%




Tabla 2. Información de las etiquetas de los alimentos mejor y peor comprendida por los consumidores

Información en etiquetas

Porcentaje de consumidores que la comprenden

Mejor comprendida

 

Productos light

89,7%

Términos técnicos

64,7%

Clasificaciones comerciales

62,3%

 

 

Peor comprendida

Códigos y abreviaciones

4,8%

Terminología nutricional

58,4%


 

[+CIENCIA]
21/03/02
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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